martes, 22 de abril de 2014

Publicado por poliocio | Archivado en : , , , , ,

Más de 200 años han pasado desde que se planteó la emancipación de un territorio, que sucesivamente dio el nombre a una República de Venezuela. 

Minutos, horas que se convierten en días, semanas, semanas que se prolongan hasta convertirse en meses, meses de tensión, donde lo tétrico ha llegado al más alto nivel, ciudadanos venezolanos exigiendo respuestas cristalizadas en hechos, en resultados que todavía forman parte de la imaginación de algunos, la realidad tan palpable, como el papel de un periódico, aunque este, no sea necesario para saber lo que sucede.

Las demandas de un pueblo, en general, sí, porque aunque unos lo callan, lo reclaman desde dentro, necesidades de un bienestar que ha venido siendo postergado, y que el país además de merecerlo, le pertenece.

La violenta mortandad en Venezuela ha pasado a ser costumbre, verla como causa natural, es… natural, la censura está de más, es lo normal, así lo asumen quienes no contribuyen a su solución, ni ven como ligeramente se desparrama, dejando fatales sucesos a lo largo y ancho de Venezuela.

En las calles, a las afueras de los hogares, muchachos, ciudadanos acorazados de valor, de dignidad, abrazados a sus derechos, rompiendo con las cadenas que ha venido imponiendo el caudillo que hoy preside el poder.

Jóvenes abatidos, alcanzados por la violencia, por el percutir de un proyectil (o varios), hostigados, reprimidos en el intento por la expresión de inconformidad, palabras como protesta, muerte, violencia, han llenado la primera página, como telón, lacrimógenas.

Un escenario que unos  “rechazan contundentemente” pero, tras este ya tan sabido decir, aplauden la fatídica situación que hoy atraviesa Venezuela. No buscan un desenlace pacífico, legitimo, viable.

Es lamentable, es lamentable que al sol de hoy, no exista en la República Bolivariana de Venezuela un solo político respetable, esto más que sonar partidista, y dejando a un lado la veneración hacia algún dirigente, sin ser parcial, se trata de ser un tanto equitativo. Políticos que en tiempos como estos, únicamente buscan ser el foco de atención, teniendo “bruscas” pero inútiles actuaciones (como dice el dicho: “perro que ladra no muerde”), políticos, que rechazan la violencia, que se ven en verdad preocupados por los conflictos que atraviesa el país, pero a su vez se regodean luego de dar la espalda a quienes los respaldan. 

Por una parte están los que tienen, aplastan, hacen y deshacen, por otra los que quieren tener, la moneda sólo tiene dos caras y es la que para estos cuenta, porque, en un lado más lejano se encuentran los que menos tienen, y los que a juicio de un gobierno poseen mucho, “un legado”, “un legado” que no da para comer.

Es importante puntualizar que nosotros los venezolanos, el pueblo, somos garantes de que nuestro país siga el rumbo que debe, el que sea favorable para todos, un camino que conlleve a la paz, el estado que todos queremos para Venezuela. La protesta pacifica, la exigencia de una mejor calidad de vida, el pensar diferente, vivos ejemplos de libertad de expresión, un derecho inherente a la constitución. Un gobierno es un gestor, un encargado temporal, nada más, el gobierno será efímero con el tiempo, un pueblo prevalecerá, que sea este quien predomine, que sea este quien se levante cuando un gobierno, pierda los sentidos. 

Mientras la situación continúa, mientras las soluciones se esperan, mientras los políticos dirimen sus diferencias, mientras alguien defiende sus ideales, mientras el humilde lucha por llevar el pan a su hogar,

Mientras tanto…. ¿Qué estás haciendo tú?,

¿Qué estás haciendo tú, por Venezuela?,

No esperemos por unos cuantos, para juntos hacer de Venezuela, un mejor país, antes de que este, se nos vaya de las manos.

Cada quien sabrá cómo, cada quien sabrá cuándo.


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